El instinto y la inteligencia
Las conductas del hornero en la construcción de su nido se rigen por el instinto; impulso de carácter hereditario cuya dirección se encamina al fin de satisfacer una necesidad y también a los medios para alcanzarlo.
Tradicionalmente se insistió en la diferencia entre instinto e inteligencias sin embargo al responder a la cuarta pregunta observamos que hay una coincidencia entre ambos: resultan funciones adaptativas al medio. Gracias a ellas se resuelven las necesidades y la adaptación a la situación.
En este punto podría decirse que el instinto es la lógica de los órganos que supondría una “inteligencia prodigiosa” en la vida, que logra el individuo y su medio.
La inteligencia humana como función mental viviente, concluye, perfecciona, completa la equilibración entre el sujeto y su medio.
La inteligencia logra la adaptación por u doble proceso. El origen de la actividad del organismo tiene que ver con un desequilibrio que se produce en la situación en la que se encuentra. Para adaptarse deberá modificarse a si mismo y al medio.
Asimilación es la acción que el organismo tiene sobre el medio, con incorporación real (de la comida) o simbólica (conocimientos) de éste y modificación del medio para poder incorporarlo.
Acomodación es la modificación del organismo por efecto del medio. Por ejemplo si leemos incorporamos una noción nueva, la asimilamos a partir de nuestros conocimientos anteriores, pero esos conocimientos anteriores se van a ver afectados, o sea que van a tener que acomodarse a los nuevos conocimientos.
La observación diaria de la conducta de los animales domésticos nos permite detectar que existen en ellos conductas inteligentes. Algunos animales son capaces de adquirir ciertos aprendizajes y de resolver ciertas situaciones que se les plantean.
Pero ello no se da solo en animales que conviven con el hombre. Numerosos estudios de animales salvajes revelan el gran número de habilidades e ingeniosidades de que son capaces.
La psicología experimental ha sometido a diversas pruebas a distintos tipos de animales, y ha demostrado que existen distintos grados de inteligencia en los mismos. Las pruebas que los animales debían pasar han sido convencionalmente elegidos y ordenados en un grado creciente de dificultades.
El psicólogo alemán Koehler realizó numerosas experiencias para estudiar estos distintos niveles de inteligencia, presentándoles problemas a los animales y ellos los debían resolver. Koehler agrupó los problemas en 4 grupos, por orden creciente de dificultad son:
v Problemas de rodeo: Consiste en colocar un obstáculo entre el animal y el alimento, de modo que aquel deba realizar un rodeo para alcanzar su comida. Dentro de este tipo de problemas, se dan dos formas de resolución. La primera más simple y la segunda màs compleja.
1) Rodeo por locomoción
El animal debe trasladarse para alcanzar el alimento. Animales como el perro y el gato los resuelven sin dificultad.
2) Rodeo por aprehensión
El alimento está atado a un piolín o a otro objeto, y el animal debe tirar de él para alcanzarlo. Este tipo de rodeo no es resuelto por los animales mencionados. Los que lo logran son los monos, no solo por su inteligencia, sino por la disposición de los dedos de la mano, posición del dedo pulgar, que le permite aprehender los objetos.
v Problemas de alejamiento de obstáculos: consiste en alejar el obstáculo que impide la llegada del alimento. Este tipo de problemas es resuelto por muchos animales.
v Problemas de utilización de instrumentos: el alimento está alejado, colgado del techo de la jaula, pero se dejan a disposición del animal diversos objetos (palos, tablas, cajones, etc.) que le sirven para acercar el alimento este tipo de problemas se puede combinar con los de la primera categoría, o sea con los de rodeo.
Los monos inferiores no utilizan los instrumentos, en cambio si lo hacen los superiores (chimpancés). Vemos que en estos problemas el animal capta las relaciones que se dan en los objetos que percibe: descubre que el palo le sirve como prolongación de su brazo y que usándolo alcanza a voltear el alimento colgado; o que subiendo a una caja que se halla en el piso logra ascender y alcanzar el alimento.
v Problemas de preparación de instrumentos: este es el tipo más complicado de problema: el animal debe alcanzar sus propios instrumentos para alcanzar el alimento.
1. Se coloca el alimento colgando del techo de la jaula y cajones sueltos en el piso. El animal los apila, sube y alcanza el alimento.
2. El alimento cuelga y en la jaula hay cañas. El animal encaja una de ellas en otra y obtiene un palo de longitud suficiente.
3. La caja que necesita para subirse contiene piedras. El animal la vacía de piedras y la transporta al lugar adecuado para alcanzar el alimento. En todos los caso, resuelve estos problemas por tanteos, hasta que logra resolverlo sin ensayar, es decir directamente. Estos problemas sólo son solucionados por los monos más inteligentes.
Características de la inteligencia en los animales.
La presencia de la inteligencia en los animales es indiscutible. Pero la inteligencia animal es exclusivamente inteligencia práctica. Se limita a la resolución de problemas prácticos, presentando los siguientes caracteres:
A. En los animales la comprensión de relaciones y la invención de soluciones son esencialmente procesos intuitivos. Para resolver el problema, el animal debe tener presentes, delante de sí, los elementos que le permiten hacerlo. El hombre, en cambio, al manejarse con el pensamiento abstracto, puede resolver problemas sin necesidad del objeto concreto, relacionando ideas.
B. El animal resuelve fácilmente el problema si este está ligado a la satisfacción de tendencias instintivas como la obtención de alimento. “El instinto favorece la eclosión del comportamiento inteligente”. El hombre no depende exclusivamente de la satisfacción de las necesidades básicas, cobran en él más importancia las necesidades sociales y personales.
C. El animal, en sus respuestas usa primero su cuerpo entero, luego sus miembros (extremidades) y finalmente los instrumentos. Algo parecido acontece en la evolución de las respuestas del niño, mientras que en el adulto predominan la utilización y fabricación de instrumentos.
La inteligencia práctica se da en el adulto, el niño y el animal.
Pero la adquisición del lenguaje – la palabra- traza la línea demarcatoria entre la inteligencia animal y la humana. El lenguaje, vehículo de conceptos permite la posibilidad de independizarse de los objetos presentes; permite evocar los objetos ausentes, establecer relaciones y activar internamente la red de operaciones mentales. Así la inteligencia abstracta se da sólo en el hombre adulto. Comienza a observarse en la adolescencia, en la posibilidad de reflexionar y elaborar posibles hipótesis que le aseguran el progreso en el conocimiento de la realidad.